Nº Breve: 05/2020
Cuando se plantea el tema de la comunicación en el Tercer Sector Social de Euskadi (TSSE), encontramos que puede tener diferentes enfoques y finalidades.
Por una parte, podemos diferenciar entre comunicación externa e interna. En este caso, hacemos referencia a la comunicación externa, entendida desde un compromiso ético con el entorno social de las entidades para que nos conozca, además de la obligación de rendir cuentas sobre fondos públicos y privados desde la transparencia que nos debe caracterizar. Una adecuada comunicación nos confiere autoridad en ese entorno social y nos convierte en referentes.
La comunicación debiera ser un objetivo estratégico, del que depende, en gran parte, el éxito de esa transformación social y de los objetivos fundacionales de las organizaciones, debiendo alienarse con la misión, la identidad y la planificación de la organización.
Mediante una adecuada comunicación externa se puede lograr recaudar fondos, ampliar voluntariado o personas socias, dar a conocer campañas o actividades, lograr adhesiones…Además, y sobre todo, se puede impulsar cambios de valores, actitudes, conductas etc., que provoquen una transformación desvelando lo oculto, visibilizando lo invisible, favoreciendo la interlocución, articulando posicionamientos y visibilizando los cambios y la incidencia social. Por lo tanto, la comunicación puede contribuir a una opinión pública favorable al cambio, y para ello necesitamos dar a conocer nuestras propuestas (quién, qué, por qué, cómo…).
La comunicación no es un producto o recurso al que recurrir cuando lo necesitamos (o cuando las cosas se complican). Debiera ser parte esencial y constitutiva de las organizaciones sociales, y por lo tanto es necesario que las entidades tengan una estrategia de comunicación, más allá de las acciones puntuales. Para ello hay que fomentar espacios de encuentro con periodistas: desayunos de trabajo, encuentros para contrastar campañas o materiales, etc.… que ayuden a fortalecer la presencia en los medios. Para lograrlo es importante que una o varias personas de la organización estén preparadas y formadas en comunicación, que existan personas en las entidades que comprendan la lógica de los medios (sus ritmos, tiempos…), que pueda intuir oportunidades y que fomenten esa relación con las y los periodistas. También será necesario adaptar nuestros mensajes al lenguaje mediático y ofrecer a las redacciones de los medios recursos para facilitarles el trabajo.
En esa relación, también debemos recordar que las organizaciones somos puente para que los medios accedan a las personas que atendemos y cuenten sus historias; sabemos que es fundamental para generar empatía y humanizar el trabajo que realizamos.
Respecto a las referencias autonómicas que podemos encontrar en relación al tema, en el Libro Blanco (2015)[1] del Tercer Sector, encontramos en el reto 7 la necesidad de “garantizar la transparencia y rendición de cuentas y multiplicar los esfuerzos de comunicación” en un intento de afianzar las relaciones exteriores del sector para responder a cómo nos ven desde otros sectores, como es la relación con el sector público, las empresas, los partidos políticos, los sindicatos, los medios de comunicación, entre otros. Los datos del Barómetro[2] 2019, nos hablan de un 43,4% de entidades que desarrollan acciones que guardan relación con la transparencia, y un 9,1% de las organizaciones tiene un Plan de Transparencia. En el mismo informe, encontramos que cerca del 83%de las entidades, de manera regular, envían a sus grupos de interés la memoria anual de actividades, la situación de las cuentas e información sobre la misión y los valores. Algo más de la mitad les informan sobre el grado de cumplimiento de los objetivos y el impacto de las actuaciones, y menos del 50% sobre las personas de la entidad.
En la Estrategia de Promoción del Tercer Sector Social de Euskadi[3], en su actuación número 29, cuyo objetivo 4 es la “Identidad, Estructuración y Reconocimiento del Sector”, se pretende impulsar actuaciones clave para mejorar el conocimiento y reconocimiento del sector, y su contribución, por la ciudadanía, el sector público y otros sectores y agentes sociales, entre ellas, acciones de comunicación externa (plan de comunicación cuatrienal, impulso de las portavoces, acuerdos con medios de comunicación social, congreso bienal y actividades en torno al 12 de mayo…).
Para poder profundizar en estos aspectos, a continuación os presentamos dos videos realizados a dos personas del sector, con trayectoria y conocimiento sobre la temática que estamos tratando. Vamos a incidir en los aspectos que relacionan la ética con los medios de comunicación, y en la relación de estos con las entidades del Tercer Sector Social.
Ética y comunicación en el tercer sector
Los medios de comunicación tienen la obligación ética y moral de la defensa de los derechos: “El periodista extremará su celo profesional en el respeto a los derechos de los más débiles y los discriminados. Por ello, debe mantener una especial sensibilidad en los casos de informaciones u opiniones de contenido eventualmente discriminatorio o susceptibles de incitar a la violencia o a prácticas humanas degradantes.” tal y como se esboza en su Código Deontológico[4] (artículo 7). Sin embargo, la inmediatez no permite la reflexión y, a veces, ni siquiera permite el rigor, ni el contraste. Pero es verdad que las historias positivas en los medios de comunicación, tienen poco encaje. Entonces ¿qué es lo que venden los medios de comunicación?
A pesar de ello, no podemos olvidar que desde el punto de vista teórico hay una sintonía entre las funciones de los medios de comunicación y las entidades del TSSE, en base a que ambas tienen un compromiso y una responsabilidad de cara a la ciudadanía que se expresa en la defensa de los Derechos Humanos.
Otro punto en común gira en torno a los objetivos, es decir, trabajar en orden a: dar respuesta a los interrogantes que se plantea la sociedad, cuestionar a los poderes, proteger a las personas, posicionarse ante las desigualdades, desechar todo tipo de discriminación, trabajar por la inclusión, y proteger a los más desfavorecidos, a las minorías, a las y los menores y a las y los jóvenes.
Sin embargo, la realidad que presiona a los medios de comunicación, en ocasiones, pervierte la ética de la profesión periodística, dando lugar, a menudo, al sensacionalismo, a la ocultación de información y datos y a la invisibilización de personas y colectivos, especialmente, las más desfavorecidas. Todo ello, se puede llegar a traducir en unas malas prácticas que afecten y ocasionen malestar, cuando no daño, al tiempo que rompen con su compromiso de solidaridad, integración y no discriminación.
Si se entiende que la información es un bien social y un derecho[5] y no un mero producto, hay que trabajar para que sea de interés público y no del público. De prestarse atención a esto último, es decir, si se quiere satisfacer el interés del público, se estará ofertando un contenido poco relevante. En lugar de aportar conocimiento y razón, se estaría satisfaciendo emociones, lo que nos sitúa en el plano del sensacionalismo.
Por lo tanto:
- ¿Qué ética está detrás de los medios de comunicación?
- ¿A qué intereses están respondiendo los medios con su actuación?
- ¿Cuál es la imagen que se transmite de las personas con las que trabajamos en las entidades?
- ¿Los derechos básicos de intimidad, respeto…se encuentran cubiertos en las noticias emitidas por los medios?
Para poder conversar y dar respuesta a estos temas, contamos con la intervención Mikel Barturen, doctor en Periodismo. En 2002 publica su tesis sobre la prensa social y las personas sin hogar, titulada “La prensa social en España: orígenes y desarrollo”, realidad social a la que ha estado vinculado desde los años noventa. Ha trabajado como periodista para distintos medios de prensa durante nueve años aproximadamente. Entre 2003 y 2015 ha sido coordinador de la Asociación RAIS Euskadi, entidad que trabaja con personas en situación de exclusión social grave. También ha participado en la Junta Directiva de EAPN Euskadi y en la Plataforma por la inclusión residencial BesteBi. Es coordinador de Sareen Sarea desde julio de 2015.
La relación con los medios de comunicación
Cuando hablamos de estrategias de comunicación, podemos diferenciar entre medios tradicionales y otros. Cuando hacemos referencia a los primeros nos estamos refiriendo a televisión, prensa y radio. En estos, aumenta la dependencia de terceras personas (periodistas) para que se difunda nuestro mensaje, con una participación limitada de la audiencia. Dentro de los segundos encontramos los medios digitales, las páginas webs y RRSS. Son espacios propios de las entidades, donde es posible tener el control de lo que publicamos, sin depender de otras personas.
El gran reto será confluir intereses y potenciar coincidencias entre los medios de comunicación con las organizaciones del TSSE, teniendo presente que las entidades necesitamos a los medios para posicionar mensajes propios, campañas, denuncias o nuestra opinión, sensibilización…
Las organizaciones somos fuentes expertas a consultar por los medios, ya que una de las bases del periodismo es preguntar a quién sabe, sobre la temática en cuestión. Pero realmente:
- ¿Cómo son actualmente la relación que mantienen las organizaciones del TSS y los medios de comunicación tradicionales? ¿Siempre fue así?
- ¿Cómo pueden las organizaciones entrar en la agenda informativa de los medios de comunicación tradicionales?
- ¿Qué factores propios y ajenos determinan que mantengamos una presencia estable en los medios de comunicación tradicionales?
- ¿Hasta qué punto siguen siendo necesarios este tipo de medios con la aparición de los medios digitales y qué ventajas ofrecen estos últimos para la comunicar los mensajes de las organizaciones?
- ¿Cuál de los tipos de medios es más efectivo desde el punto de vista de la denuncia y sensibilización sobre realidades sociales que las organizaciones buscan transformar?
Para responder a estas y otras cuestiones hemos realizado una entrevista online a Naiara Gutiérrez, licenciada en periodismo. Ha trabajado durante más de 15 años en el mundo del periodismo y de la comunicación social, habiéndose especializado en el mundo de la cooperación al desarrollo y el tercer sector, centrando su desempeño profesional en Naciones Unidas, concretamente, en las áreas de comunicación de UNICEF, en El Salvador y en Ecuador.
Durante estos años también ha tocado diferentes ramas del periodismo, sobre todo radio, pero también guion en TV, prensa, community management…Actualmente trabaja como responsable de comunicación en CEAR-Euskadi.
[1] Libro Blanco del Tercer Sector Social de Euskadi (2015). Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia.
[2] Barómetro 2019. Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia. https://3seuskadi.eus/wp-content/uploads/BAR%C3%93METRO_txostena_2019_cas.pdf
[3] Estrategia de promoción del Tercer Sector Social de Euskadi. https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/planes_ss/es_planes/adjuntos/Estrategia%20promoci%C3%B3n%20tercer%20sector%20-%20Plan%20de%20la%20Legislatura%20CAST.pdf
[4] Federación de asociaciones de periodistas de España. Código deontológico. https://fape.es/home/codigo-deontologico/
[5] Federación de asociaciones de periodistas de España. Código deontológico. Artículo 4. https://fape.es/home/codigo-deontologico/