Autor/a: Observatorio Vasco del Tercer Sector Social
Nº Breve: 02/2021

Según los datos recogidos en el “Informe Barómetro 2019”, podemos determinar que en esos 5 años el Tercer Sector Social de Euskadi creció significativamente. Es cierto que los datos son anteriores a la pandemia, y que seguramente, frente a este nuevo escenario habrá habido cambios en relación con la composición del sector. Sin embargo, creemos que son datos que mantienen una tendencia creciente que viene identificándose en los últimos estudios.

Durante esos cinco años el sector se incrementó tanto en número de personas remuneradas (+2.618), como en número de personas voluntarias (+33.396) o en el porcentaje de volumen económico gestionado sobre el PIB del territorio de referencia (+0.1 %). Y fundamentalmente, durante este periodo, aumentó en número de organizaciones, al superar el número de las entidades o redes nacientes el de otras que desaparecieron, quedando configurada la fotografía de un TSSE (Tercer Sector Social de Euskadi) en 2019, compuesto, por 3.938 organizaciones.

Así, a partir de los datos del Barómetro 2019 podemos atrevernos a decir que nos encontramos ante un sector vivo, que ha seguido creciendo, un sector en forma, que trabaja en favor de la inclusión social de todas las personas y una mayor justicia social. Y con organizaciones que se adaptan constantemente a los contextos y necesidades emergentes y, cada vez más, en colaboración con otros agentes.

Este crecimiento y asentamiento del sector como una realidad instruccional consolidada coincide, con matices, con otros estudios de ámbito nacional o europeo, reflejando también la imagen de un ámbito dinámico que está en constante renovación.

En este sentido el informe también refleja una realidad, la de las organizaciones jóvenes, con menos de cinco años de vida, que creemos que es necesario tener en cuenta tanto por el porcentaje de incremento con respecto al anterior barómetro un 6,6%, como por cuanto significan un 20% del total de las organizaciones del sector. De algún modo estos datos parecen reflejar que se está “acelerando” este mecanismo de renovación incorporando un caudal mayor de nuevas organizaciones al sector, tanto a nivel Euskadi, como se constata en los estudios a nivel nacional.[1]

Por este motivo queremos poner el foco en esta nueva realidad que, según cifra la investigación sitúa en torno a 700 las organizaciones del TSS nuevas en Euskadi entre 2014 y 2019. Una cantidad que, en contraste con las más de 200 organizaciones que han desaparecido, arroja un saldo positivo de en torno a 500 organizaciones en el sector.

El incremento en el porcentaje de organizaciones jóvenes en el sector constituye una realidad creciente que nos parece importante resaltar y sobre todo conocer para poder integrarla dentro de las dinámicas del sector, mientras nos nutrimos de su novedad y nueva sabia. Una nueva realidad de organizaciones que creemos que es importante “desvelar” o analizar. Conocer qué ha motivado su creación, qué actividad tienen, a qué necesidades o realidades dan respuesta, etc.

Nuevas organizaciones. ¿Características comunes?

Si se analizan las organizaciones creadas a partir de 2014 para ver cómo son las organizaciones más jóvenes del TSSE, se observa que casi el 40% de ellas son del ámbito Social-transversal y que otro 22,16% son de Servicios Sociales.

La creación de nuevas organizaciones se ha producido sobre todo en Bizkaia ya que más de la mitad de las organizaciones nuevas se ubican ahí, manteniéndose así la proporción habitual entre territorios históricos. Es remarcable que el 22,71% de organizaciones nuevas se haya creado en concreto en Bizkaia en el ámbito social-transversal.

Los siguientes ámbitos con más proporción de organizaciones nuevas son Servicios Sociales y Cooperación Internacional al Desarrollo, que, comparativamente, han tenido un mayor crecimiento en Gipuzkoa y Araba que en Bizkaia.

DISTRIBUCIÓN DE ORGANIZACIONES JÓVENES SEGÚN ÁMBITO Y TERRITORIO HISTÓRICO (%)[2]

Bizkaia Gipuzkoa Araba EUSKADI
Salud 6,23 3,32 1,94 11,45
Empleo 3,05 0,83 0,28 4,16
Servicios Sociales 10,94 7,2 4,07 22,16
Educación y Tiempo Libre 2,91 1,8 1,11 5,82
Cooperación Internacional al Desarrollo 7,06 4,85 2,63 14,54
Social-transversal 22,71 11,36 5,82 39,89
Otros 1,52 0,42 0,0 1,94
Total 54,43 29,78 15,79 100

Finalmente podemos destacar que 49 de estas más de 700 organizaciones, el 13,2% del total de los cuestionarios recogidos,  han contestado a la encuesta de nuestro último barómetro con lo cual entendemos que tienen cierto conocimiento del sector y que, de alguna manera, se identifican con este ámbito.

Podemos identificar también a estas organizaciones como mayoritariamente compuestas por personal no remunerado, (un 64,4% de las organizaciones creadas entre 2014 y 2016 y un 89,0% de las creadas entre 2017 y 2018). Siendo organizaciones con unos ingresos reducidos como muestra el dato de que el 71,5% de las organizaciones creadas entre 2014 y 2016 y el 87,8% de las creadas entre 2017 y 2018, cuentan con menos de 60000 € para el desempeño de su labor. Como se puede ver también estos datos parece que según se estabilizan las organizaciones van incrementando tanto en recursos como en personas contratadas.

  sin remunerado menos de 3 personas entre 3 y 10 personas entre 11 y 50 personas entre 51 y 100 personas más de 100 personas total
entre 2014 y 2016 64,4% 11,4% 21,5% 2,7% 100,0%
entre 2017 y 2018 89,0% 6,6% 2,2% 2,2% 100,0%

 

  12.000€ o menos entre 12.001€ y 60.000€ entre 60.001€ y 300.000€ entre 300.001€ y 1.500.000€ más de 1.500.000 total
entre 2014 y 2016 37,7% 33,9% 22,2% 6,3% 100,0%
entre 2017 y 2018 74,0% 13,8% 10,3% 1,9% 100,0%

Surgimiento de nuevas organizaciones ¿Qué lo está motivando?

Desde el tercer sector social, a partir de nuestra historia, entendemos el nacimiento de nuevas organizaciones como una inercia habitual de renovación. De algún modo la sociedad civil sigue emergiendo a través de estas nuevas propuestas para responder a nuevas realidades de manera organizada acompañando los diferentes dinamismos sociales. La emergencia de nuevas necesidades, de nuevas metodologías para responder, de nuevos colectivos, tanto de atención como de respuesta, son parte del fluir de nuestras sociedades que están en la matriz de estos dinamismos. Somos un sector en movimiento en el que siguen naciendo propuestas y también en el que otras desaparecen.

Dentro de esta tendencia para nosotras, desde el observatorio como espacio de investigación y de acompañamiento del sector, es importante conocer la mecánica y el sentido de esta renovación, por cuanto nos ayuda a poder acompañarla, y sobre todo a poder integrarla.

Por eso cuando hablamos de surgimiento de nuevas iniciativas nos parece importante atender a la pregunta sobre qué está motivando el nacimiento de nuevas organizaciones.

Para responder esta pregunta podemos contar con varias hipótesis. Puede que sea una respuesta social frente a nuevas necesidades que no estamos siendo capaces de cubrir desde las administraciones o la sociedad en general. Puede que tampoco desde las organizaciones con un mayor recorrido estemos siendo capaces de identificar, acercarnos o traccionar recursos en la respuesta a estas necesidades.

También podemos estar hablando de otras hipótesis como el de organizaciones jóvenes compuestas a su vez por personas jóvenes que incorporan nuevas miradas y formas de hacer. Quienes no acceden o no se sienten representadas por las organizaciones de más recorrido. Generaciones más digitalizadas, con un gran nivel de formación o con nuevos o renovados marcos ideológicos.

Otra de las lecturas puede ser entender este proceso vinculado a la dinámica social de fomento del emprendizaje en el que podemos encontrar un gran número de iniciativas. Propuestas que nacen de la necesidad de generar nuevas respuestas sociales y que también incorporan la fuerza de emprendimiento y en no pocas ocasiones se apoyan también en estructuras que facilitan este desarrollo.

Como sector también destacamos este proceso de nacimiento y complementariamente de desaparición como parte de un desarrollo más acelerado de los ciclos de vida de las organizaciones. Una tendencia que en también se está identificando en otros sectores de actividad.

Ninguna de las hipótesis explicara por sí sola el surgimiento. Más bien será una la mezcla de estas y otras explicaciones la que nos pueda ayudar entender este fenómeno. En todo caso creemos que es una tendencia que muestra un sector sin barreras de entrada, permeable y conectado con la realidad, que ante nuevas necesidades es capaz de crear nuevas respuestas, mostrando una gran vitalidad.

Parte del Sector, parte de una identidad común que se renueva. Entre la integración dentro de las estructuras del sector y la incorporación de su novedad como aporte renovador

Otro de los elementos que nos parece importante entender en relación con el surgimiento estas organizaciones tiene que ver con la vinculación con el tercer sector tanto en relación con su identificación, como parte del TSSE, como en relación con cómo desde el tercer sector social también se acoge esta novedad, se integran y son reconocidas estas nuevas iniciativas.

En relación con esta común identidad por ello será importante ir incorporando el aporte de estas nuevas organizaciones a unas señas que pueden ir “modelándose” con el tiempo y “adaptándose” a los cambios en la realidad social, siempre manteniendo una misma esencia.

De cara a preservar esta identidad común del sector, es importante prestar atención a que las organizaciones nuevas consigan identificarse con los rasgos identitarios del sector e, incluso, a vigilar en algún caso la entrada de organizaciones que, no compartiéndolos, se aprovechan de este espacio social para desarrollar otros intereses sociales (lucro, autoempleo…).

Existe cierta preocupación no sólo por si están llegando a incorporarse a procesos de estructuración, sino también por las dificultades que puedan estar encontrándose para gestionar la estructura interna o acometer diferentes requerimientos a nivel de gestión o de normativa.

De nuevo, sigue valorándose la importancia de su contribución en términos de participación social, activación de recursos y capacidades de las personas, espacios de encuentro, ayuda mutua, etc. Por ello es clave fortalecer su presencia en el sector para evitar así su desaparición o debilitamiento.

Recogida de las conversaciones con organizaciones jóvenes

Más allá de lanzar algunas hipótesis también queríamos aportar algunas ideas que hemos recogido de la conversación con varias organizaciones jóvenes con las que nos hemos puesto en contacto desde el observatorio para la preparación de este seminario y que nos pueden ayudar también a generar algunos núcleos de reflexión para el espacio de encuentro con las organizaciones.

Son sólo algunas pinceladas de lo que puede ser este universo siempre diverso de organizaciones jóvenes en el tercer sector social, sin ninguna pretensión de análisis estadístico, que bien nos puede servir para comenzar a reflexionar sobre algunas de las preguntas que nos hacíamos previamente.

Motivos de creación de las organizaciones.

Los motivos de creación de las organizaciones consultadas son variados. Aunque prevalece la motivación de respuesta a necesidades concretas articuladas desde la propia sociedad civil.

A veces desde el deseo de hacer actividades vinculadas con temas de interés, con experiencias vividas en relación con situaciones de injusticia, o con nuevas maneras de hacer, sobre todo en personas jóvenes. Otras con necesidades acuciantes de familiares y personas cercanas, como es el caso de organizaciones que trabajan para paliar las dificultades de personas con determinadas enfermedades.

También existen motivos vinculados al relevo de otros proyectos o labores de otras organizaciones que, por dejar su actividad, por cambiar el modo de desarrollarla, por llevar a nuevos territorios actividades o propuestas desarrolladas por organizaciones o redes, o por otros motivos similares, han tenido que constituirse como nuevas organizaciones.

Relación con otras organizaciones y redes del sector.

Algunas de las personas y de las organizaciones no tenían ningún conocimiento previo del sector naciendo a su labor sin vinculación a otras organizaciones o redes del sector. Por el contrario, otras personas y organizaciones nacen desde un conocimiento previo más o menos extenso del sector. En todas las organizaciones este conocimiento se ha ido incrementando en la medida en la que han ido desarrollando su actividad.

En general mantienen relaciones sobre todo con organizaciones de primer nivel, territorialmente cercanas, vinculadas al ámbito temático en el que trabajan. Algunas también tienen vinculación con redes de su ámbito cercano. Las relaciones entre organizaciones son relaciones fundamentalmente de ayuda mutua y relacionada con actividades concretas.

Algunas de las organizaciones cuando se van profesionalizando empiezan a formar parte de otras tramas de sector, perteneciendo a redes vinculadas a su ámbito de actividad mayoritariamente, aunque también colaboran con redes de segundo o tercer nivel.

El proceso que ha vivido desde su creación

De nuevo la realidad o el camino que han desarrollado desde su creación hasta la actualidad es variado. Algunas se mantienen sin apenas cambio, naciendo sin idea de crecimiento y permaneciendo con una actividad similar a sus inicios. Otras, sin embargo, van a abarcando más espacios de actividad e incorporando incluso personas contratadas y ampliando su cartera de proyectos, servicios y/o actividades. También alguna de ellas ha disminuido la actividad incluso llegando a cesar. En este caso hay una sensación de que las dificultades han podido con los pocos recursos que han encontrado para generar los espacios de actividad deseados. En este particular hay una cierta crítica al sector y a las administraciones públicas por la falta de recursos de apoyo para iniciativas novedosas.

Por otra parte, son varias las personas de las organizaciones que destacan el haber comenzado procesos de formación, tanto vinculadas a su ámbito de actividad como a otros aspectos relacionados con la actividad organizativa, gestión, liderazgo….

[1] “el TSAS ha continuado el proceso de consolidación, pegado al territorio próximo, a la vez que ha reforzado su dimensión estatal e internacional. También ha acelerado el proceso de creación de entidades para dar respuesta a las nuevas necesidades, pero siempre en un marco de colaboración interna en el que las redes y organizaciones superiores de coordinación y apoyo tienen un papel relevante.”

[2] La distribución de organizaciones jóvenes según ámbito y territorio histórico se ha calculado a partir del universo (total de organizaciones del TSSE) y no  de la muestra.

Taller-webinar: organizaciones jóvenes en el Tercer Sector Social de Euskadi

Por todo lo expuesto nos parece que es importante poder plantear un espacio trabajo en el que abordar la realidad de estas nuevas organizaciones desde su propia participación.

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