Fecha: 01/02/2022
Fuente: Fiare Banca Etica
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Entrevista con Mikel Barturen Nuño, coordinador de Sareen Sarea

¿Qué importancia tiene hoy en día una plataforma de tercer grado como Sareen Sarea?

Vivimos un periodo abierto a grandes cambios y transformaciones, que la crisis derivada del Covid19 ha acelerado. Ello afecta a las personas en situación de vulnerabilidad y, por tanto, a las organizaciones que se dedican a la protección y garantía de sus derechos. Ningún actor social en solitario posee la información, ni los recursos necesarios, ni la capacidad de atender el conjunto de necesidades de un territorio o un sector de población.

Los grandes retos sociales que tenemos como sociedad requieren de una intensificación de la gobernanza de las políticas públicas. En este marco de colaboración y cooperación multidimensional y multinivel cobra protagonismo el papel de la red de redes en la articulación de la participación del tercer sector social en los espacios de diálogo y representación con los poderes públicos y otros agentes sociales.

¿Qué ejes de trabajo habéis potenciado durante la pandemia?

En comunión con nuestras redes socias hemos generado canales de información fluidos dentro del sector, interdepartamentales y multinivel con las administraciones públicas, y con otros agentes, como la Plataforma del Tercer Sector. Hemos facilitado la generación de propuestas conjuntas a las situaciones de emergencia que se generaron entre la población más vulnerable a partir del confinamiento.

Realizamos dos campañas de comunicación e incidencia política poniendo en valor y reclamando el reconocimiento del compromiso de las entidades sociales, de las personas voluntarias y de las profesionales del sector en esta crisis.

Hemos promovido iniciativas de estudio y recogida de información sobre la afectación de la crisis a las entidades sociales y a las personas destinatarias de nuestra acción y hemos facilitado la representación del sector en los espacios de interlocución y colaboración con las instituciones y propiciado la generación de nuevos espacios de interlocución en el marco del diálogo civil.

¿Cómo están afectando estos tiempos a las entidades del Tercer Sector?

Viene afectando en todos los órdenes desde la intervención hasta la gestión. Ha requerido de una adaptación rápida a las nuevas tecnologías (teletrabajo, teleasistencia,…), también rapidez en la toma de decisiones ante un entrono rápidamente cambiante. Y ha sido un test sobre la capacidad de adaptación de las organizaciones, que han tenido que pasar servicios presenciales a telemáticos; cerrar servicios, crear nuevos servicios o adaptarlos a las exigencias sanitarias; mover personal; mantener la comunicación con las familias; conseguir financiación…

¿Qué retos tenemos por delante de cara al 2022?

Seguir trabajando en todo esto que he venido exponiendo, pelear por la sostenibilidad de las entidades del sector, por seguir mejorando el valor que aportamos a las personas, familias y colectivos más vulnerables y a la sociedad en su conjunto. Y de cara a las entidades del sector, entre otros retos, organizar el I Congreso del Tercer Sector Social de Euskadi este año, pospuesto por el Covid.

Y ¿un mensaje esperanzador para los tiempos que corren?

Una de nuestras aspiraciones es la transformación social. estamos inmersos en un cambio de era, complejo, pero apasionante, abierto a nuevas oportunidades, que podemos aprovechar si somos capaces empujar en la dirección adecuada.