Fecha: 03/04/2024
Fuente: Observatorio Español de la Economía Social
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La Plataforma del Tercer Sector (PTS) ha publicado el Informe ‘Calidad en el empleo en el Tercer Sector: un panorama integral en el 2023’. El principal propósito de esta investigación ha sido ofrecer una aproximación a las características del empleo en el sector de acción social en España, a través del análisis de las condiciones del trabajo, las relaciones laborales, las experiencias de las personas trabajadoras y las políticas organizacionales de las entidades del Tercer Sector.

El estudio se basa en dos encuestas realizadas en el último trimestre de 2023. La primera estuvo dirigida a una muestra representativa de entidades del Tercer Sector que cuentan con, al menos, una persona empleada; y la segunda fue orientada a una muestra de personas trabajadoras del TS, aplicada mediante la técnica de muestreo no probabilístico “bola de nieve”.

Junto a sus hallazgos, el estudio identifica también una serie de retos del Tercer Sector en materia de empleo para los próximos años, con el objetivo siempre de la mejora continua, la sostenibilidad y el aumento del impacto del Tercer Sector en la sociedad y en las personas que más lo necesitan.

528.126 trabajadores, un 2,5% del total

El estudio detalla que en 2023 había 528.126 personas contratadas en el Tercer Sector. El peso porcentual del Tercer Sector en el mercado de trabajo estatal ha experimentado un ligero retroceso, del 2,5% en 2023 frente a un 3,2% en 2021, debido a que el número de ocupados a nivel nacional ha aumentado considerablemente en los últimos años, mientras que el número de personas ocupadas en el Tercer Sector ha permanecido estable.

En 2023 el 79,3% de las personas trabajadoras en el Tercer Sector eran mujeres. Por edades, las personas de menos de 34 años son las más numerosas (31,9%), si bien se empieza a percibir un cierto envejecimiento del personal remunerado. El nivel de cualificación de los trabajadores del Tercer Sector es muy alto si se compara con el total de personas ocupadas en España, con un 67,6% de trabajadoras del TS con formación universitaria.

Además, el Tercer Sector cuenta con canales innovadores de generación de empleo para segmentos poblacionales que presentan dificultades de inserción laboral, como son las personas inmigrantes y las personas con discapacidad.

Calidad del empleo: baja temporalidad, alta parcialidad, salario

En 2023, el porcentaje de contratos temporales en el Tercer Sector (8,66%) es por vez primera menor que el mismo porcentaje a nivel nacional (17,3%). Las entidades con menor volumen de ingresos presentan más dificultades a la hora de contratar de forma indefinida a personas trabajadoras que el resto. 2023 registra también una alta parcialidad en las jornadas, con un 48,1% de contratos a tiempo parcial en el Tercer Sector, frente a un 12,6% en el conjunto del mercado laboral español.

A pesar de la alta cualificación, el salario bruto anual para las personas trabajadoras en el Tercer Sector está por debajo de la media española. Mientras que la media salarial anual bruta en el Tercer Sector es de 23.582€ en 2023, en España este valor ascendía en 2022 a 25.353€. Adicionalmente, si bien las mujeres representan la gran mayoría de las personas trabajadoras del Tercer Sector, cobran menos que los hombres y son las que más sufren la temporalidad.

Según el Informe, los menores salarios anuales del Tercer Sector en comparación con el resto del mercado laboral hacen que más de la mitad de las personas trabajadoras informen estar totalmente en desacuerdo o parcialmente en desacuerdo con la relación entre esfuerzos realizados y sueldo percibido (57,8%).

No obstante, según la encuesta a las personas trabajadoras, una mayoría, del 60,8%, manifiestan un alto grado de satisfacción con su trabajo, y si se analiza este dato en detalle se observa que la mayor influencia en el grado de satisfacción se recibe de la variable salario.

Junto a estos datos sobre las condiciones laborales en el Tercer Sector, el estudio detalla también aspectos sobre convenios colectivos, sindicalismo, conciliación de la vida laboral y la personal, riesgos laborales y salud en el trabajo.

El estudio concluye con una serie de recomendaciones, que conllevan “desafíos significativos”. Entre ellas afirma que es necesario implementar y formalizar “procedimientos más efectivos para la contratación de perfiles necesarios, garantizando la mejora paulatina de los salarios”. Además, el sector debe continuar con los “esfuerzos activos para reducir la brecha de género, garantizando la eliminación de la temporalidad desproporcionada entre mujeres y hombres, y el establecimiento de salarios equitativos en los casos en que se tengan los mismos puestos de trabajo”.

El informe insiste en que es indispensable que el Tercer Sector “siga realizando esfuerzos para reducir la percepción de inestabilidad en el empleo, especialmente entre las mujeres, implementando medidas que promuevan la seguridad laboral”, y propone políticas de reconocimiento equitativo del trabajo realizado, de diversidad étnico-racial y sexo-genéricas, y de clima laboral cada vez más justo y respetuoso.

Junto a dichas indicaciones, el Informe añade cuatro “macro retos”, desafíos de gran escala que impactan directamente en la capacidad de abordar otros más concretos y específicos. Los cuatro macro retos tienen que ver con la ampliación de las fuentes de financiación del Tercer Sector; indagar en nuevas tecnologías y en la innovación para la formación en el TS; priorizar la concertación social, que regule la colaboración con las AAPP, y realizar campañas de comunicación que presenten al Tercer Sector también como generador de empleo.

Webinario de presentación

El estudio fue presentado el pasado 22 de marzo en un webinar que contó con la participación del presidente de la Plataforma del Tercer Sector, Luciano Poyato; la vicepresidenta, Asunción Montero; Raúl Ruiz Villafranca, director del área de estudios de Fresno, la consultora que ha apoyado a la PTS en la realización de esta investigación, y la directora ejecutiva de la Plataforma del Tercer Sector, María José Juanes.

Poyato insistió en que el objetivo del estudio no deja de ser otro que el de la mejora continua de las entidades “y de nuestro impacto en la sociedad y en las personas para las que trabajamos”. Para ello, Mª José Juanes advirtió que es necesario “cambiar el modelo de financiación y mejorar la sostenibilidad del Tercer Sector, que sea más estable, sostenible y garantista, que se ajuste a la realidad de las entidades sociales y el papel colaborador que prestan al Estado. El sistema de subvenciones requiere de una evaluación y transformación sustancial, impulsando más la concertación social y la contratación socialmente responsable. Debemos buscar nuevas fórmulas de financiación orientadas a resultados”.