Fecha: 09/07/2025
Fuente: Onda Vasca
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El cohousing, un modelo ya asentado en países como Dinamarca, Alemania o los Países Bajos, propone una forma de vida autogestionada que combina espacios privados con zonas comunes, fomentando la colaboración y el apoyo mutuo entre las personas residentes. Este nuevo concepto de vivienda para la madurez llegará a Euskadi de la mano de la cooperativa Lagungarri en 2027 con la construcción de 51 viviendas en el histórico Convento de las Carmelitas de Murgia en una parcela de 11.000 metros cuadrados.

El proyecto arquitectónico ya está elaborado y actualmente se encuentra en fase de captación de socios. “Necesitamos completar el grupo para poder solicitar la licencia de obras y empezar la construcción”, señala Laura Irigaray, presidenta de Lagungarri. La cooperativa busca personas de entre 50 y 70 años, solas o en pareja, dispuestas a comprometerse con esta forma de vida comunitaria. “Desde que dejas de trabajar hasta que necesitas cuidados intensivos hay una etapa vital para la que apenas existen alternativas habitacionales”, explica Irigaray, “El cohousing ofrece una solución realista para quienes quieren envejecer en compañía, sin renunciar a su independencia”.

Aunque el interés por este tipo de iniciativas crece, el camino no ha sido sencillo. “Cuando lanzamos el proyecto en 2019, el término cohousing era prácticamente desconocido”, recuerda Irigaray. “Genera curiosidad, pero dar el paso requiere confianza y ver resultados concretos, aunque todos son ventajas”. Por eso, Lagungarri apuesta por la transparencia y las jornadas abiertas, para que la ciudadanía pueda conocer de cerca su funcionamiento.

Uno de los principales obstáculos ha sido la ausencia de apoyo institucional. “Hemos tenido que desarrollar un modelo completamente privado: comprar el terreno y asumir todos los costes sin ayuda pública”, lamenta Irigaray. A su juicio, lo ideal sería contar con suelos públicos cedidos por los ayuntamientos para facilitar este tipo de proyectos sociales.