Decenas de personas se han concentrado en la plaza de la Intermodal de Bilbao convocadas por la plataforma BESTEBI, que agrupa a entidades del tercer sector que trabajan con personas sin hogar en Bizkaia. El acto ha querido visibilizar la emergencia habitacional que viven miles de personas en el territorio y reclamar una respuesta más firme por parte de las instituciones.
Durante la concentración, se ha llevado a cabo una performance simbólica en la que varias personas, con caretas puestas, han ido pasando junto al micrófono para compartir sus sueños. Algunos de esos sueños eran derechos básicos —como tener una vivienda, poder empadronarse o acceder a un empleo—, mientras que otros eran aspiraciones cotidianas, como viajar o rehacer su vida. La acción ha querido subrayar cómo, para quienes viven en la calle, derechos fundamentales se convierten en anhelos lejanos. El acto ha concluido con la lectura del mensaje “Para ti es un derecho, para mí es un sueño”, con el que las entidades que conforman BESTEBI han querido resumir el sentido de la jornada.
Según los últimos datos del recuento presentado esta semana en Donostia, 4.326 personas se encuentran en situación de sinhogarismo en Euskadi, de las cuales 2.282 están en Bizkaia y 910 duermen cada noche a la intemperie. En el caso de las mujeres, el recuento ha detectado 69 viviendo en la calle, aunque BESTEBI advierte de que esa cifra “no refleja la realidad”, ya que muchas recurren a “estrategias propias de género para no acabar en la calle, a veces en situaciones peores y más invisibles”.
La portavoz de la plataforma, Tania Díez, ha explicado que esta acción se enmarca en la campaña anual de Bestebi con motivo del Día Europeo de las Personas Sin Hogar, que se celebrará el próximo 23 de noviembre. “Queremos recordar que lo que deberían ser derechos fundamentales —como tener una vivienda digna, acceder al padrón o poder trabajar— para muchas personas son solo sueños”, ha señalado.
Díez ha subrayado además la necesidad de una respuesta coordinada entre instituciones y departamentos, al considerar que “no puede recaer todo en los servicios sociales”. “Hay personas con problemas de salud mental sin tratamiento, otras en situación irregular sin acceso a formación ni empleo… El sinhogarismo tiene muchas caras y requiere soluciones conjuntas. Cualquier persona puede acabar en esta situación si pierde el trabajo o no puede pagar un alquiler imposible”, ha advertido.






