Fecha: 16/01/2023
Fuente: Asociación Española de Fundaciones
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La Asociación Española de Fundación (AEF) lanza la IV edición del programa de apoyo a la creación de Fundaciones Comunitarias, una iniciativa que busca promover en España este tipo de modelo filantrópico como ejemplo de éxito en el abordaje de problemáticas y desafíos sociales desde la acción local y del territorio para lograr cambios sociales de largo impacto. 

La convocatoria, abierta desde el 1 de febrero hasta el 21 de marzo de 2023, está destinada a personas, asociaciones, fundaciones, empresas y entidades empresariales privadas o de la economía social que deseen promover y constituir una fundación comunitaria, priorizando iniciativas en ámbitos territoriales de más de 50 mil habitantes.

Las Fundaciones Comunitarias son organizaciones no lucrativas que tienen la finalidad de fortalecer y mejorar la vida de las personas de la comunidad en la que trabajan, ya sean pueblos, comarcas, pequeñas ciudades o barrios, concediendo apoyo financiero independiente y estable a la comunidad, con el objetivo de abordar sus necesidades.  “Este programa es una oportunidad única para que organizaciones o grupos de personas, que aman el lugar en el que viven, puedan contribuir a mejorarlo”, explica Rosa Gallego, directora de Fundaciones Comunitarias en la AEF. “La capacidad de escucha, de generar conexiones y de aprovechar oportunidades hacen que este modelo filantrópico sea un instrumento innovador en la generación de impacto social en el territorio”.

El programa ideado por la AEF pone a disposición de los grupos fundacionales el acompañamiento y el apoyo necesario para conseguir sus objetivos, a través de una formación adaptada a la realidad de las Fundaciones Comunitarias, mejorando los procesos de recaudación de fondos y la obtención de recursos locales. Además, contribuirán a la participación activa de las Fundaciones Comunitarias surgidas en este programa en la comunidad nacional e internacional, favoreciendo la participación en eventos y la organización de visitas de estudio para nutrirse de otras experiencias similares.

Una vez constituida la Fundación Comunitaria, la AEF ofrece la cofinanciación de los gastos de funcionamiento de su primer año, sin incluir la dotación fundacional, aportando la cantidad homóloga de los fondos que la fundación recaude en su primer año, hasta un  máximo de 15.000 €.

El modelo de fundaciones comunitarias tiene una creciente presencia en todo el mundo y, si bien cada una es única al adaptarse a su contexto sociocultural, cada una de ellas comparten un objetivo común: la búsqueda de soluciones conjuntas a los problemas colectivos y el aprovechamiento de oportunidades.

Desde que la AEF lanzó la primera convocatoria en 2021, ya hay 3 Fundaciones Comunitarias de nueva creación, 4 grupos en marcha y, además, se acompaña a 5 Fundaciones Comunitarias ya existentes para mejorar su labor según los estándares internacionales. “Es necesario que los grupos formados en torno a este programa se sientan acompañados y asesorados en todo momento”, explica Rosa Gallego. “Las sesiones formativas, el apoyo en el diseño de su plan estratégico y el asesoramiento jurídico en el proceso de consolidación son claves para el éxito de estas iniciativas”.

Un modelo filantrópico reconocido internacionalmente y una realidad en España

En todo el mundo existen más de 2.000 Fundaciones Comunitarias. En países como Alemania, Reino Unido o Italia, representan un tejido muy fortalecido que movilizan cada año centenares de millones de euros debida a su estrecha relación con la comunidad en la que se integran, escuchando sus preocupaciones, entregando recursos a organizaciones locales, comprendiendo las necesidades y oportunidades que enfrenta la población.

Las Fundaciones Comunitarias recaudan fondos localmente y combinan el poder colectivo de grandes y pequeños donantes, de individuos y empresas, generando un patrimonio para las necesidades futuras. Otorgan fondos, apoyan a las asociaciones locales y las iniciativas de la comunidad. Crean un espacio de colaboración y acción conjunta con otros actores de su territorio. Escuchan, conocen y atienden las necesidades de su comunidad ya que entienden los activos y las posibilidades.

“Este modelo filantrópico nace para ser palanca de cambio en un territorio por lo que cada Fundación Comunitaria es única. Tienen en común que, a partir de iniciativas y proyectos innovadores, buscan dinamizar un lugar único en el mundo” señala Elena de Carandini, que lidera la Fundación Comunitaria Raimat Lleida, fundación surgida en la I Convocatoria y el posterior Programa de apoyo a la constitución de Fundaciones Comunitarias de la Asociación Española de Fundaciones (AEF). Constituida en marzo de 2022, esta Fundación Comunitaria se inspira en la figura de su bisabuelo, el fundador de Codorniu, Manuel Reventós. “Atenderemos a las necesidades del siglo XXI de la comarca con instrumentos como la acción social, la innovación, el arte y la cultura, con un claro compromiso con el respeto a la biodiversidad y aportando nuestro granito de arena a la lucha contra el cambio climático”, explica Elena de Carandini.

El modelo de fundación comunitaria, surgido hace más de 100 años en Estados Unidos, comparte características y es reconocido internacionalmente para aquellas fundaciones que contribuyen a mejorar la vida de las personas en un ámbito geográfico limitado a lo local y claramente definido, atendiendo una gran diversidad de temas desde un enfoque sistémico y colaborativo, concediendo apoyo financiero para abordar las necesidades de su comunidad y contando con un patronato independiente de los poderes públicos o económicos, reflejando así la diversidad de su comunidad.

Cada Fundación Comunitaria está adaptada al contexto histórico-cultural del territorio en el que actúa, por lo que los retos y desafíos a los que se enfrentan son diferentes y las hace únicas. Sin embargo, a pesar de ser todas y cada una de ellas diferentes, las Fundaciones Comunitarias forman un movimiento global y entre ellas comparten ciertas capacidades que son las que les permiten involucrar a las personas de la comunidad y aportar recursos de manera ágil, transparente, eficiente e inclusiva para contribuir a la solución de los múltiples retos a los que se enfrenta el territorio y sus locales.

El Programa

El Programa de Apoyo a la Creación de Fundaciones Comunitarias surge de un deseo común de la Fundación Charles Stewart Mott (EE.UU.), la Fundación Daniel y Nina Carasso (España-Francia) y la Asociación Española de Fundaciones (AEF) para fomentar este modelo filantrópico de proximidad con el que producir cambios sociales de largo impacto. Además, en esta cuarta edición cuenta también con el apoyo de Porticus y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Tiene como objetivo hacer realidad esta transformación, creando un movimiento fuerte y activo de fundaciones comunitarias en España. En un periodo de diez años se busca que haya al menos 40 fundaciones visibles y reconocidas como un nuevo actor de desarrollo local.

“La inversión contemplada en la Primera Fase del Programa (2021-2024) está destinada a hacer posible desde la difusión del concepto al acompañamiento de los grupos fundadores a través de recursos intelectuales, relacionales y económicos”, señala Rosa Gallego, directora de Fundaciones Comunitarias en la Asociación Española de Fundaciones. “Gracias a la generosidad de donantes internacionales y locales que comparten nuestro entusiasmo por las Fundaciones Comunitarias, el programa ha asegurado más de la mitad de sus fondos, pero aún son insuficientes para la continuidad y la consolidación del programa en esta fase crítica”.

Un programa para ayudar y apoyar a personas que quieren construir Fundaciones Comunitarias generando un tejido nacional que contribuya a hacer una sociedad más solidaria y cohesionada en un contexto complejo como el actual.

Programa de apoyo a la creación de Fundaciones Comunitarias IV Convocatoria

  • Del 1 de febrero al 21 de marzo de 2023, a las 15:00 horas.
  • Dirigida a personas, asociaciones, fundaciones, empresas y entidades empresariales privadas o de la economía social, dando prioridad a aquellas cuyo ámbito territorial tenga un mínimo de población de 50 mil habitantes.