Año tras año crece tanto el número de testadores que donan su herencia, o parte de ella, a proyectos no lucrativos, como los ingresos que aportan. Así, en 2020 los españoles donaron más de 23 millones de euros a ONG a través de testamentos solidarios. Por su parte, Euskadi fue la tercera comunidad que más herencias y legados de este tipo emitió, con una recaudación total de 3.157.699 millones.
Cada año, millones de personas de diferentes partes del mundo deciden apoyar causas benéficas y para ello incluyen en sus testamentos a una o varias ONG con la intención de «lograr un futuro mejor, mejorar la vida de otras personas y la conservación del planeta». «Es lo que se conoce como Legado o Testamento Solidario», según explican desde la plataforma haztestamentosolidario.com.
Desde haz testamentosolidario.com señalan que «tal y como indican los datos procedentes del Consejo General del Notariado, 616.531 personas hicieron testamento ante notario, y de estas, 1.026 incluyeron a una o varias ONG en su testamento, un 53% más que hace 10 años (665 personas)». En el conjunto de comunidades, Euskadi encabeza el ranking de solidaridad con el tercer puesto. Concretamente, la provincia de Bizkaia fue la tercera por detrás de Barcelona y Madrid donde más dinero se donó a través de testamentos que aportan cuantías que van desde los 200 mil euros de media (la más alta de España) a los 300 euros. Por su parte Gipuzkoa y Araba se situaron en el onceavo y veinteavo puesto respectivamente.
Proyectos humanitarios
Gracias a este tipo de donaciones, las ONG beneficiarias pueden desarrollar y emprender proyectos humanitarios reales para mejorar la vida de millones de personas y poner en marcha acciones que favorecen la conservación del planeta. Proyectos como el de la fundación Josep Carreras, que ha podido adquirir pisos para utilizarlos como viviendas de acogida para familiares con recursos económicos limitados; el de Manos Unidas, que ha hecho realidad un plan de prevención del tráfico humano en Jashpur gracias a una donación en testamento de 73.417 euros, con la que se estima que salvarán a unas 30 niñas y chicas por año; o el de WWF, que plantan un árbol cada vez que una persona les comunica su inclusión en el testamento.