Fecha: 17/10/2022
Fuente: El Correo
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El tránsito a la edad adulta, encontrar un empleo, una vivienda… es una etapa complicada para cualquier joven. Y mucho más para aquellos que por tener no tienen ni una familia o una red de amigos que les ayuden. De ese problema, y de la experiencia de la pandemia -cuando a través del programa Lehen Urratsa el Gobierno vasco dio cobijo a personas que vivían en la calle- nace Trapezistak. Este plan, en el que ya participan 115 personas de entre 18 y 25 años, pretende que la vida les conceda una segunda oportunidad a través de acompañamiento psicosocial, formación e intermediación laboral y alojamiento.

«De aquel trabajo inicial aprendimos que, si a estas personas en exclusión les damos un alojamiento y les ofrecemos un acompañamiento, si tienen apoyo, logran salir adelante y progresar», ha subrayado la consejera de Justicia, Igualdad y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, en la presentación del proyecto en Zirkozaurre, la escuela de circo de Bilbao, lugar elegido por los «equilibrios» que tienen que hacer en su día a día estas personas para salir adelante.

La titular del área ha estado acompañada por cuatro de estos trapecistas; por Unai Zabala, coordinador de Agintzari; e Irene Ginestal, directora de Fundación Peñascal, dos de las 17 entidades sociales de Bizkaia y Gipuzkoa que atienden a estos chavales (90 en el primero de los territorios y 25 en el segundo). Los responsables de las asociaciones han puesto de relieve la importancia de la «red» que han creado para estos jóvenes, donde sus apoyos familiares «están en otros países o no tienen». También ha intervenido en el acto Xabier Legarreta, director de Migración y Asilo del Ejecutivo vasco, y quien ha señalado que el objetivo es que este programa piloto sea «estratégico» en los próximos ejercicios, para lo que en 2023 se destinarán 4 millones de euros.

Empleo digno

Artolazabal ha puesto el foco en la formación de estos jóvenes para acceder al mercado laboral, el «camino» para poder integrarse de forma plena en la sociedad. En ese sentido, la consejera ha detallado que un 10% de los participantes ya cuenta con un «empleo digno», entendido como «un contrato laboral superior a un año, a jornada completa y con un salario igual o mayor al Mínimo Interprofesional». Otro 17% están «muy cerca de lograrlo» y otro 71% «trabajando en el proceso». Además, ha puntualizado, en estos porcentajes no ha contabilizado «a quienes compaginan estudios con trabajo a tiempo parcial». También hay 46 jóvenes que están realizando sus prácticas laborales y 7 que «las han terminado con un informe favorable».

La responsable institucional no ha querido tampoco «obviar otra realidad», la de que «la mayoría de nuestros trapezistak son migrantes, muchos de ellos procedentes del Magreb». Y ha querido aclarar que encuentran «barreras» para conseguir un empleo. También ha lanzado «un mensaje a quienes creen que quieren vivir del cuento: el 42% de los trapezistak no tiene acceso a medios económicos en forma de ayudas o prestaciones de cualquier otro tipo fuera del programa».