La entidad impulsa acciones de inserción sociolaboral para más de 1.700 personas
El empleo es la principal fuente de ingresos para la mayoría de los ciudadanos. Pero no solo eso; un trabajo remunerado es también un instrumento básico para poner en marcha un proyecto de vida. La mejor política social, dicen algunos. Solo el año pasado, Caritas Bizkaia logró que 283 personas se hicieran un hueco en el mercado laboral a través del apoyo que prestan desde el Programa de Empleo.
Son muchos los ciudadanos que se dirigen a Caritas Bizkaia solicitando trabajo o ayuda para encontrarlo. A través de su servicio de orientación laboral, los técnicos de la entidad acompañan a estas personas en situación de vulnerabilidad en su proceso de inserción: analizan conjuntamente con ella cuál ha sido la trayectoria laboral, el dominio del euskera y castellano, sus ánimos y qué expectativas laborales tiene de cara al futuro. A partir de ahí se diseña un itinerario personalizado, desde una formación básica que incluye incluso el aprendizaje de la lengua hasta formación en habilidades personales, certificados profesionales o intermediación laboral. Durante todo el proceso se mantiene un seguimiento individualizado de cada persona. “Estas acciones incluyen orientación laboral, intermediación, formación y apoyo al autoempleo, siempre desde un enfoque integral que permite ofrecer itinerarios personalizados y adaptados a las necesidades de cada persona”, explican desde la entidad social.
A lo largo del año pasado, más de 1.700 personas participaron en estas actividades de ayuda a la inserción laboral. De ellas, 283 lograron acceder a un empleo, 211 mujeres y 77 hombres, lo que refleja “un fuerte componente de atención a la feminización de la precariedad“. La entidad social destaca que detrás de cada una de esas cifras “hay una historia de esfuerzo, dignidad y superación. El empleo no es solo un medio para obtener ingresos, sino una herramienta clave para recuperar el proyecto vital de muchas personas“.
Sin ingresos suficientes
Estos programas, advierte Caritas Bizkaia, cobran aún más relevancia en el contexto actual ya que, según recuerdan, hasta el 11,7% de la población empleada se encuentra en una situación de pobreza en el Estado español, según datos de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. “Son personas que, pese a tener un empleo, no disponen de ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Esta situación refleja que el acceso al empleo, aunque necesario, no siempre garantiza condiciones de vida dignas, especialmente en un contexto de aumento de los costes y contención salarial”, muestra su preocupación.
Finalmente, la entidad destaca también el trabajo que realizan los profesionales y voluntarios que conforman sus equipos y que “sostienen el programa desde la cercanía, el acompañamiento y la apuesta por una economía que pone en el centro a las personas”.