Fecha: 27/07/2020
Fuente: Gipuzkoa.eus
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El patronato de la Fundación Arantzazu Gaur ha celebrado hoy una reunión extraordinaria en San Sebastián, en el espacio Etorkizuna Eraikiz Gunea, para poner en marcha un proyecto de largo alcance vinculado al santuario y su entorno. En esta reunión, además de la representación del diputado general, Markel Olano, también han participado una delegación del Ayuntamiento de Oñati, de MONDRAGON, de Kutxa Fundazioa y de la Orden Franciscana, se ha decidido poner en marcha un proyecto transformador centrado en el medio ambiente y en la acción social: un laboratorio de innovación social cuyas materias de trabajo serán en la convivencia, el bienestar, el trabajo y el cambio climático.

Con el proyecto aprobado por unanimidad en la reunión de hoy, los miembros del patronato han querido sentar las bases para garantizar el futuro de Arantzazu. Ante la evidencia de que la comunidad franciscana, que durante cinco siglos ha cuidado del santuario y de sus valores, se halla en situación de declive y avanzada edad, se ha abierto una reflexión entre los agentes locales, las instituciones y la propia orden sobre el futuro de este espacio singular. Tras un proceso de análisis y reflexión desarrollado en los dos últimos años, se han sentado hoy las bases del proyecto.

Tras el encuentro, el diputado general Markel Olano, ha destacado el rol “de guía y precursor” que ha jugado y juega Arantzazu en la sociedad guipuzcoana. “De la mano de la innovación y de la vanguardia, los franciscanos, junto con las iniciativas que se han desarrollado en torno al santuario, han contribuido sobremanera al desarrollo cultural, lingüístico y social de nuestro pueblo. Lo han hecho, además, en los momentos más difíciles de nuestra historia reciente. En el contexto actual, en medio de una crisis y de unos cambios de enorme calado, puede convertirse de nuevo en fuerza innovadora y transformadora de nuestra sociedad. Este laboratorio empujará en esa línea, con la colaboración de todos los agentes concernidos”, ha sugerido.

Asimismo, el diputado general ha ensalzado “la generosidad y la visión” de los franciscanos, porque, en un momento en el que su comunidad se ve menguada, han dejado patente “su carácter popular y su compromiso por trabajar al servicio del pueblo”. Además de la determinación por coger el testigo de dicha actitud “ejemplar”, Olano ha subrayado el “modelo colaborativo” en el que basará su labor el laboratorio de innovación social, en el que confluirán instituciones locales, cooperativas y agentes socio-económicos “de carácter amplio y plural”. “Tanto desde el punto de vista material como inmaterial, Arantzazu es sin lugar a dudas uno de los valores más importantes de Gipuzkoa. Resulta necesario que, entre todos y todas, hagamos un esfuerzo de similar magnitud en este cometido”, ha resumido.

La reflexión se inició en el seno de la Fundación Arantzazu Gaur, con la implicación de los propios frailes franciscanos. De hecho, el punto de partida fue la inquietud expresada por los propios religiosos sobre el futuro de Arantzazu. Los promotores tienen como objetivo garantizar la continuidad del patrimonio local religioso, económico, cultural y social, aunque en algún momento la Orden de Asís no pudiera seguir con su labor.

El proyecto se alinea con el carácter popular e innovador de Arantzazu a lo largo de la historia. Tanto en Gipuzkoa como en el conjunto del País Vasco, el santuario y su entorno cuenta con una enorme fuerza simbólica para muchos ciudadanos. En los momentos más duros de la dictadura, desempeñó un papel fundamental como depositaria y punto de partida del euskera estándar unificado, como templo del arte contemporáneo, como referencia en la espiritualidad, cantera de la música y el pensamiento vascos, como acceso a un espacio de pastoreo y a un entorno natural único; ha tenido un papel esencial en la difusión y desarrollo vanguardista de estos valores en la sociedad vasca.

 

Vinculación a espacios internacionales

Con el acuerdo alcanzado hoy, los miembros de la Fundación se reafirman en su compromiso con todos estos valores y se suman a un renacimiento de Arantzazu de cara al futuro. Para ello, desarrollarán el laboratorio de innovación social que se pondrá en marcha el próximo otoño en el centro Gandiaga. Tomando como objeto de estudio y trabajo la convivencia, el bienestar, el trabajo y el cambio climático, se convertirá en un “espacio de referencia” a favor de una “sociedad más humana, justa, cohesionada y competitiva”. Colaborará con laboratorios de innovación social que ya trabajan a nivel internacional e impulsará la reflexión y la experimentación sobre los principales desafíos que emergen en la actualidad a nivel mundial.

Partiendo de los problemas y necesidades que puede tener la sociedad vasca en estos cuatro ámbitos de especialización, el laboratorio se pondrá en marcha en la búsqueda de respuestas innovadoras. Para ello, desarrollará procesos participativos, empoderando tanto a la ciudadanía como a las instituciones y creando redes de colaboración entre municipios, empresas, asociaciones sociales y agentes locales, diseñando e impulsando proyectos compartidos. También organizarán cursos, congresos, jornadas y conferencias para que la ciudadanía participe en dinámicas que fomenten la innovación social.

En este empeño no se empezará de cero, ya que en este ámbito ya se están llevando a cabo una serie de instituciones y asociaciones vascas, entre ellas Eusko Ikaskuntza, Lehendakari Agirre Center, el programa Etorkizuna Eraikiz de la Diputación Foral, etc.  El propio espacio de encuentro Gandiaga ha desarrollado ya en los últimos años diversas acciones en estas áreas estratégicas. Arantzazu se convierte así en un espacio de “escucha y aprendizaje mutuo” centrado en las personas, con la ayuda de un enclave singular e incomparable. “Empoderando a la ciudadanía, el debate sobre el futuro de nuestra sociedad se convierte en una fuente de inspiración”, han coincidido las instituciones promotoras. En este contexto, el laboratorio de innovación procurará que los jóvenes tengan un “protagonismo especial”.