Los nombres de algunos alumnos impresos en las taquillas del módulo de hostelería de Kooperatiba Peñaskal, en el barrio bilbaíno de Bolueta –Abdou, Mohamed Bohaaza, El Housaine, Julieta, Unai, José, Judith y Saray, reflejan el carácter multicultural de los participantes en uno de los centros vizcaínos colaboradores de la formación vinculada al programa GazteOn, que este año alcanzará a 350 alumnos frente a los 120 de ediciones anteriores.
El vicelehendakari segundo, Mikel Torres, y la diputada de Empleo, Cohesión Social e Igualdad,Teresa Laespada, destacaron ayer los efectos «integradores», tanto sociales como económicos, de esta iniciativa impulsada por la Dirección foral de Inclusión. Desde su puesta en marcha, en 2020, ha conseguido la inserción laboral de 309 jóvenes menores de 24 años en riesgo de exclusión social, lo que supone un porcentaje de más del 60% respecto al total de participantes. «Cada año se produce un incremento en la tasa de integración de jóvenes en el mercado de trabajo porque cada año se incorporan más rapidamente y al mayor ajuste con las necesidades de las empresas», subrayó Laespada.
Junto a los módulos de hostelería, carpintería, cocina o electricidad, este curso ha incluido las áreas de industria y construcción sostenible para estar «pegados a la realidad laboral» de lo que reclama el tejido empresarial.
No obstante, como principal novedad, este programa mixto de empleo y formación se abrirá por primera vez a menores de entre 16 y 18 años, que actualmente están bajo el acogimiento del Servicio de Infancia de la administración foral. «Estamos muy ligados a las necesidades reales de empleo y es aconsejable trabajar cuanto antes con estos chicos. ¿Por qué vamos a esperar a que cumplan 18 años?», defendió el responsable del centro de Bolueta.
«Solo quieren trabajar»
No hay que perder el tiempo. Esa es la cuestión, según Laespada. «Se trata de jóvenes que quieren trabajar y que solo están esperando una oportunidad para poder hacerlo». «Este programa es una demostración de que, más allá de los bulos y los estereotipos, las personas jóvenes que se encuentran en riesgo de exclusión social, vengan de donde vengan, responden con esfuerzo y compromiso cuando se les dan verdaderas oportunidades para ganarse la vida con un empleo digno». Laespada no ocultó su satisfacción por unos resultados que revelan que «casi el 100%» de los chavales acaban empleados. «Ahora mismo estamos en un 90% porque trabajamos pegados a las empresas, que nos dicen qué necesidades tienen», precisó.
La diputada se refería de esta manera a jóvenes como Mbark Mazouzi y Nasser Oufallah, ambos marroquíes y afincados en España desde hace siete años. El primero trabaja como cocinero y el segundo como programador informático en una empresa de Amorebieta. Junto al vicelehendakari segundo, ambos se emocionaron por haber culminado con éxito un «proceso vital» no exento de dificultades: «Hemos tenido suerte y hemos aprovechado la formación que nos han brindado», coincidieron.
Torres se reafirmó en que el empleo juvenil es «una de las máximas prioridades» del Ejecutivo autonómico y recordó que el «plan de choque» ideado en 2021 fue concebido para fomentar la recuperación del empleo y que las personas más jóvenes puedan adquirir la «cualificación, competencias y experiencias necesarias» para favorecer la transición del mundo educativo al laboral «con un empleo de calidad. Nos toca acompañar a estos chicos», reivindicó Mikel Torres.